adminEl desarrollo motor comprende la adquisición de habilidades motoras que permiten conseguir buen control postural, desplazamiento y destreza manual de manera progresiva.
El desarrollo motor grueso se produce en sentido cefalocaudal (de la cabeza hacia los pies) y tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la capacidad de control para conseguir mantener el equilibrio, la postura y el movimiento, así se logrará controlar la cabeza, sentarse, gatear…
El desarrollo motor fino se produce de proximal (de más cerca de la columna) a distal y se relaciona con la utilización de las partes individuales del cuerpo (manos, pies…). Todo ello conlleva la adquisición de habilidades para coger juguetes, manipularlos, dar palmadas…
Una de las primeras habilidades que un niño desarrolla es la de levantar el cuello durante unos instantes cuando está tumbado boca abajo.. Nada más nacer el niño puede levantar la cabeza y sostenerla pero sólo durante un periodo corto de tiempo, aunque en los primeros meses adquiere un buen control. Antes de enseñarles a nuestros hijos a voltearse, gatear, sentarse… tenemos que favorecer esta habilidad.
Os proponemos algunos ejercicios sencillos para llamar la atención del niño y animar a levantar la cabeza:
- En primer lugar debemos coger un objeto con colores llamativos y sonidos curiosos. Se le podría colocar al niño en posición decúbito prono “boca abajo” y ofrecerle el objeto a la altura de sus ojos favoreciendo la elevación de la cabeza.
- Si el niño tiene débiles los hombros o la espalda se le podría poner un cojín debajo del pecho y los hombros. Los papás enfrente de él, agachados hablándole o un juguete para llamarle la atención que le haga elevar la cabeza. (Imagen)
- Si con todo esto, no es capaz de elevar la cabeza pasaremos al siguiente nivel. Nos recostamos en el sofá con las piernas dobladas y el niño sentado sobre nosotros con una pierna a cada lado de nuestra tripa y apoyando la espalda en nuestras piernas. Con esto le costará menos elevar la cabeza.
- Para desarrollar un control cefálico cuando el niño se encuentre en decúbito supino “tumbado boca arriba”, acomodaremos nuestras manos debajo de las escápulas por fuera de los brazos y vamos levantándolo muy despacio hasta que le cuelgue la cabeza un poco hacía atrás. Luego lo acostamos de nuevo.
- Si el niño no consigue hacer este último paso nos sentaremos con él y le inclinaremos un poquito hacia atrás y le animamos a que mantenga la cabeza. ¡Importante! Nunca dejes que la cabeza se le vaya para atrás.
CONSEJOS QUE NO DEBEN PASAR DESAPERCIBIDOS:
- Los ejercicios SIEMPRE se realizarán en un contexto de JUEGO.
- Los juguetes que utilicemos tienen que ser escogidos por una razón teniendo en cuenta que la información que recibimos a través de los principales receptores sensoriales (vista, audición o tacto) → se convierte en SENSACIÓN, la cual tenemos que organizar e interpretar gracias a la PERCEPCIÓN → y conseguir la RESPUESTA que esperamos. Con esto tratamos de explicar que es importante tener claro nuestro objetivo (en este caso aumentar el control cefálico del nene), realizar la actividad propuesta acorde a ese objetivo (cualquiera de las propuestas anteriormente) y buscar un juguete atractivo, si lo que pretendemos es que el niño fije la mirada (manteniendo la cabeza levantada) tenemos que escoger que sea llamativo visualmente y nos importará menos que sea suave por ejemplo.
- En el primer mes de vida la agudeza visual del bebé aumenta hasta una distancia de 25 a 30 centímetros y presta mayor atención por rostros o figuras concéntricas. Es importante evaluar su preferencia visual para escoger el juguete con el que vamos a llevar a cabo las actividades, el rostro de la madre suele ser lo que más les llama la atención en esta etapa.
- En el tercer mes ya es capaz de seguir objetos con la mirada y distinguir el color rojo (podemos dar preferencia a un juguete de este color frente a otros)
- Numerosos estudios apoyan la realización de ESTIMULACIÓN SENSORIAL los primeros meses de vida.
